Cindy Paola Navarro recuerda con un poco de angustia los primeros días de su experiencia universitaria. Fueron difíciles, su bebé estuvo en la clínica por una infección respiratoria y ella debía maniobrar las horas para no abandonar el capítulo de su vida que la llevaría a ser una de las primeras profesionales en su familia.
Hoy agradece la perseverancia que corre por sus venas y la pasión que la ha motivado siempre a hacer algo por los demás. Es trabajadora social por vocación y de corazón, pero en poco tiempo lo será como una profesional y para cumplir uno de los sueños más importantes de su vida: graduarse como trabajadora social de la IU Digital de Antioquia.
Cindy vive en el sector de Julio Zawady, municipio de Zona Bananera, a una hora de Santa Marta. Su motor es su familia, conformada por su esposo y sus dos hijos. Ahora, no solo ha logrado avanzar hasta el sexto semestre de la carrera, sino que hace parte de los semilleros de investigación de la IU Digital, con un proyecto que la enamora porque involucra directamente la felicidad de los niños.
“Queremos resolver la escasez de espacios lúdico-pedagógicos para la primera infancia en zonas rurales en el departamento de Magdalena. El corregimiento al que pertenezco tiene cerca de 3.000 habitantes y no cuenta con espacios de juego para los niños. Hay solo dos instituciones educativas que cuentan con un patio muy pequeño para los niños y un polideportivo que no fue creado para las necesidades de la comunidad y que, además, está del otro lado de la carretera de la troncal del Caribe, lo que hace muy difícil llegar ahí”.
Para ella, desde su rol de madre, estudiante e investigadora, el resultado más relevante que arroja el proceso de investigación está en el evidente impacto negativo que genera la ausencia de espacios lúdico-pedagógico en una comunidad. “La investigación ha mostrado que tenemos niños con carencias psicomotoras y pocas habilidades sociales, que no han podido desarrollar su potencial integral, por eso la idea es aprovechar un espacio existente para adaptarlo y transformarlo en un lugar pensado en la población infantil. Lo haremos a través de una asociación afrocolombiana que nos está apoyando en la cesión de un antiguo puesto de salud que hay en la comunidad para adaptarlo y crear un espacio para divertirse y aprender”.
Uno de los grandes orgullos de Cindy es acceder a la educación a través de una beca, de la cual ha sacado el máximo provecho. “Amo la universidad, me encantan los profesores, creo que cada semestre ha sido importante porque me ha ayudado a mejorar como persona, he aprendido muchas cosas, he conocido compañeros de todo el país. Me gusta mucho la metodología de la universidad aunque sé que no es fácil porque tengo dos hijos y un trabajo, sin embargo, he logrado avanzar, me siento acompañada por los docentes y estoy comprometida con lograr el objetivo de graduarme”.
Además, tiene la motivación adicional de que su esposo también está cursando su carrera de Publicidad y Mercadeo Digital en la IUD y pronto serán, los dos, profesionales con nuestro sello.
Además de culminar esa meta académica y personal, Cindy proyecta la creación de su propia fundación para ayudar a más niños en el departamento. Para lograrlo, busca aliados en empresas públicas y privadas, se asesora de sus docentes y gestiona recursos con todos los que la conocen. Su sueño es que en la costa Caribe no haya niños que no tengan donde jugar, aprender y soñar