Investigación Educativa

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Con la llegada del constructivismo a la educación, el aprendizaje comenzó a entenderse en el cuál la responsabilidad de la construcción de conceptos es de los y las estudiantes; lo que a su vez trajo como consecuencia que empezara a cambiar el rol tanto de estudiantes como de docentes en el aula. Particularmente, a principios de la década de 1970, buena parte de la investigación educativa se centró en entender la forma en la que los y las estudiantes conceptualizan y razonan sobre el mundo. Desde entonces, han surgido muchos estudios dedicados a comprender el papel que tienen las concepciones alternativas en el aprendizaje. 

 

Aquí llamamos ideas iniciales o previas a las concepciones y representaciones que ya tienen los y las estudiantes sobre los fenómenos físicos y a las intuiciones que ya tienen y son relevantes a la hora de aprender un determinado concepto.  Evitamos llamar a estas ideas como “ideas erróneas”, aunque no estén de acuerdo con el conocimiento científico vigente; o “preconceptos”, pues implica que estas ideas no alcanzan ni siquiera el estatus de conceptos. Aquí hacemos uso de “ideas previas”, “ideas iniciales” o “concepciones alternativas”, indistintamente, para hacer honor al hecho de que los estudiantes traen con estas ideas el material más importante a la clase, sobre el cual se construirán los conceptos científicos.